Cuando estudiamos los grandes proyectos que han cambiado el mundo, es posible identificar la presencia de personas innovadoras e inquietas que impulsan la transformación, promueven el pensamiento creativo y tienen una visión a futuro.
Ahora, ¿Cómo llegaron a ser personas innovadoras? La clave está en los hábitos: Esas pequeñas acciones que repetimos todos los días y que pasan a formar parte de nuestras vidas.
Estos son algunos de esos hábitos de las personas innovadoras que puedes adoptar en tu vida universitaria para ver más allá de lo obvio y encontrar soluciones creativas a problemas que nadie ha logrado resolver.
1. Las personas innovadoras no temen preguntar
Una característica clave de las personas innovadoras es que siempre están cuestionando la forma de hacer las cosas. “Siempre se ha hecho así” no es una frase que utilicen. Es justo esta capacidad de hacer preguntas, desde obvias hasta complejas, lo que los lleva a pensar y ejecutar proyectos que propongan nuevas formas de hacer las cosas.
¿Cómo aplicarlo a tu vida universitaria? Cuando estés en clases, sé valiente, no temas hacer preguntas sobre lo que escuchas, porque justo eso será lo que te llevará a tener nuevas y mejores ideas.. Tampoco te conformes con respuestas comunes, reta a tu intelecto para ir por más.
2. Siempre están tomando notas
Una persona innovadora suele tomar muchos apuntes, y en estas notas se incluye lo que escucha, lo que ve, las ideas que se le ocurren cada día y, también, lo que perciben sus sentidos. Las notas no tienen que ser necesariamente palabras, pueden tratarse de bocetos o expresiones artísticas.
Los apuntes de las personas innovadoras van más allá de “Resúmenes de conocimientos”, están llenos de detalles pequeños que pasan desapercibidos para otros. Allí, en esas pequeñas cosas, suelen estar las claves de la innovación.
La universidad, al ser un espacio para el intercambio de ideas, es el lugar idóneo para incorporar este hábito siempre que puedas. Así que manos a la obra ¡escribe o dibuja tanto como puedas y con todo el nivel de detalle posible!
3. La creatividad es parte de su día a día
La creatividad y la innovación tienen una relación muy estrecha. Por eso las personas creativas e innovadoras siempre están ideando formas distintas de hacer y mostrar las cosas.
En la universidad puedes incluir la creatividad a tu día a día de muchas formas, por ejemplo, agregando un elemento extra a una tarea; proponiendo en un cambio de estructura de alguna asignación o invirtiendo el orden normal de los procesos. ¡Sé audaz! En esos pequeños gestos nace la creatividad y, de allí, la innovación.
4. Las personas innovadoras son disruptivas
Si pudieras definir a una persona innovadora en una sola palabra, esta sería “Disruptiva”. Esto se debe a que la innovación siempre viene a romper con las formas tradicionales, es decir, los innovadores son capaces de cambiar los paradigmas.
Una forma de incorporar este hábito en la universidad es intentar pensar más allá de los conocimientos que te son impartidos. Es decir, investigar por tu cuenta, ampliar tus conocimientos en otras áreas y tratar de hacer asociaciones improbables entre temas que aparentemente no tienen relación entre sí. ¡Esto es disruptivo! Y es lo que más se hace en los laboratorios de innovación.
5. Confían en sí mismos
Una de las características más importantes de las personas innovadoras es que confían en sí mismos y en sus propias ideas. Una manera de incorporar este hábito a tu vida universitaria es hablar más seguido de tus ideas, promover el debate en clases y fomentar el intercambio de opiniones interesantes con tus compañeros de clase, siempre con respeto.
Respetar las opiniones de otros e incorporar sus perspectivas a tus análisis es una gran muestra de confianza personal. Un verdadero líder busca inspirar, no convencer. ¡Ponlo en práctica!
Vivir la innovación en el día a día es una experiencia retadora para quienes lo experimentan, porque los lleva a superarse siempre a sí mismos, además de que contribuyen a la sociedad con sus buenas ideas, por lo que suelen ser muy valorados por la colectividad.
Si incorporas estos hábitos con éxito en tus proyectos universitarios, seguramente te convertirás en esa persona con la que todos quieran trabajar, gracias a tus ideas creativas que se salen de los moldes.