El paso del colegio a la vida universitaria tiene una palabra clave: adaptación. Tanto en lo académico, social y psicológico, es importante adaptarse a lo nuevo y cada alumno lo maneja a su ritmo, dentro de sus propias posibilidades, con las herramientas que tiene a mano.
Si estás leyendo esto es probable que ya estés cerca de dar el salto a la universidad. Por eso, esta breve introducción a la vida universitaria te ayudará a tener una transición más sencilla.
Vida universitaria, ¿Cómo manejarla mejor?
Empezar la vida universitaria es un cambio en muchos niveles. Sin embargo, existen algunos trucos para hacerlo todo más llevadero.
1. Aceptación y manejo emocional
El primer paso, quizás el más importante, durante la introducción a la vida universitaria es ACEPTAR que tu vida acaba de transformarse. Se trata de tomar consciencia de que estás en un nuevo momento de tu vida y que algunas cosas cambiarán para bien.
Esto va acompañado de muchas emociones. Aquí la clave es que aprendas a lidiar con ellas. Si lo haces, podrás sacar provecho de las emociones positivas y transformar las emociones negativas a tu favor. ¿Cómo?
- Practicando técnicas de relajación y meditación.
- Asistiendo a consultas con un psicoterapeuta.
- Creando una red de soporte emocional con tus familiares y amigos. ¡Cuéntales cómo te sientes!
2. Crea buenos hábitos
Una de las claves para tener una vida universitaria exitosa es crear buenos hábitos. Estos te ayudarán a mejorar en todos los aspectos de tu vida, sobre todo en el académico. Si bien casi toda actividad que repetimos se convierte en un hábito, estos son los más importantes cuando empiezas la universidad:
- Aliméntate de forma saludable, con una dieta balanceada y acorde a tus necesidades. ¡No comas chatarra!
- Mantén una rutina de sueño en la que duermas 8 horas diarias y siempre en el mismo horario. ¡Adiós, madrugadas de maratones de series! Necesitas descansar y tener la mente lista para estudiar.
Puede que te parezca increíble, pero mantener estos dos hábitos es la base de toda mejora personal. A partir de estos, puedes sumar otros hábitos que te beneficien como practicar algún deporte o tener un hobby artístico.
3. Organización, disciplina y constancia
Al principio de la vida universitaria corres el riesgo de que la emoción no te permita ver con claridad que debes enfocarte en las asignaciones. Por eso la organización y disciplina tienen que ser parte de tu día a día.
Aprende a gestionar tu tiempo empezando siempre por las tareas más complejas para luego atender las tareas pequeñas. Así podrás separar las horas para cada pendiente: estudio, clases, salidas con los amigos, tiempo a solas, compartir con la familia. Nada se quedará por fuera.
Por otra parte, quizá en algún momento quieras bajar los brazos ante las complejidades de la vida universitaria y descuidar los estudios. Es allí donde la disciplina entra en juego. Busca la fortaleza para enfrentar los obstáculos y mantener el curso que elegiste para tu vida.
Si eres constante, tanto en pensamientos como actos, podrás avanzar con mayor facilidad en tu carrera y también en tu vida personal.
Al tener en cuenta todas estas opciones desde tu inicio en la vida universitaria, podrás adaptarte mejor. Poner en práctica estos consejos a largo plazo hará más fácil tu crecimiento y te permitirá alcanzar el éxito en la universidad.